28 junio, 2014

«Siento que nos ven como personas raras y sin derechos. Nos ven como un objeto».


Entrevista a la lideresa indígena quechua Gladis Vila Pihue, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap), acerca de los obstáculos que enfrenta el proceso de consulta previa que se está implementando en las comunidades nativas y campesinas, y sobre el actual significado de las identidades indígenas en el Perú.


LRA: ¿Cuál es la reflexión que hace sobre ser indígena actualmente en el país? ¿Cuáles son los criterios para reconocer a un pueblo como indígena o para autorreconocerse como indígena?

Gladis Vila: ¿Qué es ser indígena en el Perú? Este es un proceso muy reciente en el país. Los pueblos indígenas nos regimos por el Convenio 169 de la OIT (2), donde se define claramente, por ejemplo, quiénes somos los sujetos de consulta. El convenio habla de pueblos que existen desde antes de la creación de los Estados en diferentes países y que aún mantienen parte de sus manifestaciones culturales. Sin embargo, en el actual proceso de implementación de la Ley de Consulta se restringen varios aspectos, principalmente sobre quiénes somos el sujeto de derecho. Por ejemplo, para las autoridades, no todas las comunidades campesinas deben ser sujeto de derecho a la consulta. Creemos que en el viceministerio de Interculturalidad este tema aún no está muy claro.

LRA: ¿Por qué existen obstáculos en el proceso de definición del sujeto de derecho a la consulta previa?

G. Vila: Cuando se elaboró el reglamento de la ley, se cumplió lo de «Hecha la ley, hecha la trampa», porque en el tema de sujetos de derecho nos imponen a los indígenas varias características. Primero: «que sean diferentes». ¿Qué implica esto? Justamente, ahí entendemos lo que han dicho hace poco el presidente Ollanta Humala, la misma Nadine Heredia o incluso varios empresarios: «que debes tener tu pluma», «que no debes tener celular» o que solamente son indígenas los pueblos no contactados o en aislamiento voluntario. Entonces, existen varias interpretaciones porque no hay claridad en ese tema. El reglamento nos exige muchos más aspectos, que incluso no están en el Convenio 169, donde se establece que los indígenas pueden cumplir solo algunas de las consideraciones, como la pertenencia cultural y la autoidentificación. Por ejemplo, el reglamento exige que debamos tener, necesariamente, un idioma propio. En Onamiap creemos que con esto se anularía el derecho de consulta de los pueblos indígenas de Cajamarca, donde existe el polémico tema del proyecto minero Conga.

LRA: ¿Por qué las organizaciones indígenas plantean que el idioma no debería ser un factor o requisito obligatorio para definir a los indígenas y sujetos de consulta?

G. Vila: Porque nuestros idiomas indígenas están en extinción. Por ejemplo, el idioma jaqaru, que se habla en la zona de Yauyos, en Lima, está en una etapa de desaparición. En Cajamarca, los pueblos perdieron el idioma originario durante la época de la conquista española. No todos los pueblos indígenas hablamos en la actualidad un idioma propio.

LRA: Además, no ha desaparecido por sí solo. ¿Qué es lo que está detrás de esta extinción del idioma?

G. Vila: La actual estructura del Estado. No hay políticas públicas que protejan nuestros idiomas indígenas. La educación es homogénea en el país. Se habla de una educación intercultural, pero esta no se aplica realmente. La política educativa elimina nuestras manifestaciones culturales e idiomas. Por ejemplo, hoy en día, en ciertos centros educativos de Huancavelica se prohíbe hablar el quechua. Muchos docentes te dicen: «Tú estás estudiando para hablar perfectamente el español; no te sirve el quechua». Con la eliminación del idioma, asimismo se está matando a todo un pueblo. Y esto genera también confusiones en el Estado para la aplicación de la consulta previa. Pero para los pueblos indígenas está clarísimo: no se debe restringir el derecho a la consulta en función del requisito del idioma.

LRA: En la actualidad, los procesos de consulta se están realizando principalmente con comunidades nativas y en temas que no están relacionados con conflictos mineros. ¿El proceso de la consulta se aplicará con mucha lentitud en las comunidades campesinas?

G. Vila: Creo que, en los años que vienen, el proceso seguirá estancado. Actualmente se realizan consultas, pero en temas que no son polémicos. Por ejemplo, en Huancavelica se está consultando sobre el bosque de Amaru para buscar el reconocimiento de la zona como reserva territorial, porque allí están las mejores orquídeas del país. Pero, incluso ahí, la consulta solo se está realizando con dos comunidades, cuando el acceso al bosque es de seis comunidades campesinas. Veo muy difícil que en los próximos meses se pueda implementar con amplitud el proceso de consulta en los Andes en temas que sí son polémicos.

LRA: ¿Cuáles son las capacidades o herramientas que las organizaciones o pueblos indígenas necesitan para desarrollar un adecuado diálogo intercultural con el Estado en el marco del proceso de consulta?

G. Vila: Una herramienta que requerimos, y que Onamiap está promoviendo, es que en el nuevo censo demográfico nacional que debe ejecutarse en 2017 se incorpore una pregunta acerca del tema de la pertenencia cultural. En el INEI se ha formado un comité técnico, en el que participan diferentes sectores académicos, universitarios e indígenas, donde estamos discutiendo acerca de cuál sería la pregunta sobre pertenencia cultural y quisiéramos que se incluya en el censo una pregunta sobre autoidentificación. Por ejemplo, no hay en la actualidad ningún dato estadístico de la cantidad de indígenas en el país. Sería importante conocer el nivel de autoidentificación. Por otro lado, la elaboración de la base de datos de pueblos indígenas, por parte del viceministerio de Interculturalidad, requiere también la participación de las organizaciones indígenas. En la actualidad, esa base de datos se está elaborando de manera autoritaria, vertical y jerárquica. Nosotros no vamos a permitir que sea el Estado quien nos diga si somos o no somos indígenas. Desde Onamiap, impulsaremos el tema de nuestra autoidentificación a una pertenencia cultural como pueblos indígenas.

LRA: ¿Cómo cree que las autoridades, funcionarios y empresarios peruanos están viendo y percibiendo a los pueblos indígenas? ¿Cómo ve a los indígenas la gente que vive en las ciudades?

G. Vila: Siento que nos ven como personas raras y sin derechos. Nos ven como un objeto y, como tal, las autoridades se sienten con el derecho de decidir sobre nuestra forma de vida y de desarrollo, y sobre los territorios que habitamos. No nos ven como sujetos de derecho. De alguna manera, la Ley de Consulta Previa —aprobada por unanimidad— es riesgosa para ellos, pues al aprobarla no midieron lo que iba a significar realmente. Nos siguen viendo como si fuéramos menores de edad. Nos ven distintos. Eso se aprecia en programas de televisión como el de la «Paisana Jacinta». ¿Qué formación estamos dando a los niños de las ciudades? El Estado debería promover aquellos valores culturales que tenemos los pueblos indígenas y con los cuales estamos contribuyendo día a día. Hoy se revalora mucho la medicina alternativa y natural. ¿Quiénes han protegido ese campo? ¿Acaso no han sido los pueblos indígenas? Sin embargo, estamos en un país donde persisten el racismo, la discriminación, y donde muchos todavía no han realizado un proceso de autoidentificación. Incluso a mí me ha costado muchos años llegar a una claridad acerca de mi autoidentificación y pertenencia cultural. Entonces, para muchos peruanos, hacer este ejercicio es todavía muy complejo. El tema pendiente, y que aún está muy lejos de definirse, es que el Perú cuente con una política pública más realista y donde se promueva la pertenencia a los pueblos indígenas.

Notas
1 Periodista. Editor de La Revista Agraria.
2 Organización Internacional del Trabajo.

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